Diez años de la última gran restauración del Palau

El 25 de Mayo del año 2011, después  de estar siete años cerrado al público, el Palau Güell reabría sus puertas al público. Este año se cumplen diez años de la finalización de un excepcional proyecto de restauración que, dirigido por el Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local de la Diputación de Barcelona, consiguió devolver al monumento a su esplendor original.

  • Plafón superior de la chimenea interior obra de Alexandre de Riquer.
  • Cerradura de acceso al despacho de Eusebi Güell.
  • Tubos del nuevo órgano del Palau Güell.
  • Órgano del Palau Güell.
  • Guadamasil.

Desde que el Palau Güell es propiedad de la Diputación de Barcelona, se han llevado a cabo diferentes campañas de restauración del edificio con el objetivo de conservarlo y preservarlo para las futuras generaciones. La más destacada se inició en el 2004 y finalizó hace diez años. El 15 de Mayo del 2011 se finalizaban los trabajos de restauración y, el 25 de Mayo del 2011, se presentaba al público.

Los criterios de restauración partieron de la idea de devolver al monumento su autenticidad. La restauración del edificio se realizó acorde con el método definido, desde 1986, por el Servicio de Catalogación y Conservación de Monumentos de la Diputación de Barcelona, basado en el análisis histórico, constructivo, artístico y sociológico del monumento y en una cuidadosa y consecuente intervención posterior. Hoy, diez años después, el Palau Güell se ha convertido en un monumento arquitectónico imprescindible para conocer la esencia de toda la obra posterior de Gaudí.

El objetivo esencial de la última gran intervención arquitectónica fue recuperar los valores formales y espaciales originales del edificio mediante la restauración de los elementos conservados o la reconstrucción fidedigna de los elementos perdidos. En algunos casos y cuando ha sido necesario o conveniente la aportación de materiales nuevos, se aplicó el principio de la diacronía harmónica (el diálogo harmónico entre materiales originales y nuevos, sin confusiones en lo que concierne a su cronología).

 

Restauraciones anteriores

A principios de la década de 1990 se restauraron las 20 chimeneas de la terraza. Por lo que respecta a las que habían perdido el revestimiento, la aportación de artistas plásticos catalanes hizo posible que dicho revestimiento se pudiese recuperar. A partir del 1993 se inició la actuación en el interior del edificio.

Posteriormente, los estudios constructivos realizados hasta el 2004 aportaron información abundante sobre el comportamiento del edificio, pero evidenciaron que todavía no se tenía el suficiente conocimiento del mismo, ya que los sistemas constructivos de Gaudí escondían secretos, el desciframiento de los cuales no era posible con el edificio en uso. También se detectaron situaciones de riesgo para las personas a causa del estado de algunos elementos.

Por todas estas razones, se planificó un nuevo análisis que debía permitir evaluar el estado de conservación de los materiales y los sistemas constructivos como paso previo a una restauración integral del Palau, que se decidió a cerrar sus puertas al público el mes de Octubre del 2004. Los nuevos estudios fueron complejos y se fueron alargando hasta finales del 2005. Posteriormente, se aprobó un proyecto de uso del monumento que establecía como función primordial la visita pública y se redactaron sucesivos proyectos constructivos.

 

La restauración a partir del 2005

Entre 2005 y 2007 se restauraron las fachadas laterales y la terraza. En la terraza, concretamente, la intervención más compleja fue la sustitución de la estructura oculta oxidada de la linterna, originariamente de hierro, por otra de titanio. Durante el 2006 se inició la restauración de las fachadas principales y del mediodía i durante el 2007 se dio inicio a los trabajos de refuerzo estructural. En lo que se refiere a los artesonados, que con el paso de los años habían perdido su función, se consolidó la parte oculta y se recuperó el color y la textura de los elementos vistos de madera y hierro. Más adelante se emprendió la restauración de los revestimientos, los pavimentos y el resto de elementos constructivos y ornamentales, muebles y demás (de piedra, cerámica, madera, hierro, latón, vidrio, piel, tejidos, etc.) En lo que respecta al tratamiento de las paredes, se recuperó la gama cromática original.

Para la adaptación del edificio a las nuevas exigencias funcionales y de seguridad, se actualizaron las instalaciones y los servicios de madera de forma que no se alterasen los valores formales y espaciales del monumento. Por otra parte, la iluminación interior se mantuvo fiel a la idea que presidió la musealización del edificio, según la cual no se trataba tanto de mostrar al visitante la manera en la que vivió la familia Güell, sino que se permitiera una mejor comprensión y disfrute de la arquitectura de Gaudí.

Entre todas las intervenciones de esta última fase, destacan por su complejidad y alcance, las relacionadas con la madera. Un equipo de ocho carpinteros ebanistas trabajó durante más de dos años en el Palau para reparar, restaurar y reconstruir tanto los elementos constructivos y ornamentales (puertas, ventanas, celosías, canceles, barandillas, etc.) como sus propios mecanismos. En los caso en los cuales fue necesario, la reconstrucción se llevó siempre a cabo con el mismo tipo de madera (pino, eucalipto, roble, haya, nogal, caoba, palisandro, ébano etc.) i con las secciones, el tipo de empalme y las técnicas originales.

Tan cierto es que Gaudí pudo construir el Palau gracias al trabajo de los excelentes operarios a su servicio, como que la restauración integral completada durante el 2011 fue posible gracias a especialistas con análoga destreza y mismo entusiasmo que los primeros.

 

El órgano

Otro aspecto importante de la obra fue la recuperación del órgano. Eusebi Güell encargó el instrumento al organero vasco Aquilino Amezua, y Gaudí dispuso la ubicación y la integración en el edificio para conseguir una relación excelente entre música y arquitectura. La consola, todavía conservada, se situó entonces en la planta noble, mientras que los tubos se dispusieron alrededor de la cúpula central diseñada como un gran eco musical.

Durante los años treinta del siglo pasado, no obstante, el órgano se sumió en un proceso de degradación irreversible. Ochenta años después, rechazada por imposible la restitución del órgano original, se decidió que se instalara uno nuevo en el mismo lugar que el anterior para aprovechar los elementos conservados, como los tubos de madera de las fachadas laterales. El nuevo órgano fue construido per el Maestro organero Albert Blancafort en su taller de Collbató. El nuevo instrumento contiene todos los recursos del órgano original, además de añadirse otros registros o sonoridades que permiten interpretar la mayor parte de la literatura organística. El organista se sitúa ahora en contacto directo con el instrumento y, para que los visitantes puedan disfrutar de la música, se ha dotado al órgano de un sistema que reproduce las piezas seleccionadas cada media hora.

La Dirección del Palau Güell mantiene como misión fundamental la conservación del Palau como Patrimonio Mundial, su difusión, divulgación, documentación e investigación y la prestación de Servicios vinculados al monumento. Para poder realizarlo, cuenta con la ayuda del Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local de la Diputación de Barcelona, que se encarga tanto de la conservación del monumento y de los trabajos de mantenimiento ordinarios, extraordinarios y programados como de los trabajos de mejora y reposición de diferentes elementos del Palau.